Acaba de terminar la primera evaluación y ya han llegado las notas. Muchas madres y padres, tras recibir un suspenso de sus hijos, acudís a nuestra academia de idiomas en Bilbao preocupados y con una pregunta: ¿mi hijo necesita refuerzo? ¿Un suspenso en la primera evaluación puede remontarse si le apunto a una academia? ¿Estamos a tiempo?
Ante esta pregunta tenemos 5 cosas que deciros:
- No pasa absolutamente nada. Que tu hijo haya suspendido una asignatura sólo implica tener que analizar la situación y ver qué podemos hacer para mejorar. Es decir, suspender es el primer paso para ponernos a trabajar.
- ¿Sabías que Miguel de Unamuno suspendió la asignatura de literatura? Muchas veces un suspenso se debe a una mala preparación, pero también a la presión de los nervios.
- La inteligencia de tu hijo no la definen sus notas. Y, si nos lo permites, queremos daros un consejo: nunca castigues un mal resultado. Analiza qué hay detrás de esa mala nota. ¿No se esforzó lo suficiente, tuvo un mal día, se puso nervioso, no entiende bien al profesor? Entender qué ha pasado nos va a permitir corregir esta situación. De nada nos sirve castigarlo sin salir si lo que le ocurre es que no entiende al profesor cuando explica. Castigarlo solo hará que se sienta mal por algo que no es su culpa.
- Nuestra experiencia nos dice que no todos aprendemos igual y que, en muchas ocasiones, es fuera del horario escolar cuando encontramos los métodos que mejor se adaptan a la forma de aprender de nuestros hijos.
- Por todo esto, el primer paso es averiguar cuál fue el problema y, en base a él, buscar la solución al problema. Si la asignatura se le hace cuesta arriba, no entiende bien al profesor y necesita un trato más individualizado o echarle algunas horas más, las clases de refuerzo serán, sin duda, la opción correcta.
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